La Psicoterapia Breve se caracteriza por estar limitada en el tiempo, es una terapia en la que vamos a trabajar delimitando unos objetivos muy concretos. Dichos objetivos van a ser la guía sobre la que focalizaremos toda la atención de la terapia.
Lo que se busca con este enfoque es conseguir una readaptación de esa área concreta en la que el paciente no se siente cómodo o le está generando malestar, así como que la persona aprenda nuevas habilidades para manejar esa situación problemática.
El focalizarnos en un tema concreto y poner un límite temporal hace que disminuyamos el número de sesiones y aumentemos la eficacia de la terapia, así como que logremos una mejoría en la situación vital del paciente.
Es fundamental que la terapia cumpla unas determinadas características para ser considerada como “Psicoterapia Breve”:
Es un/a terapeuta activo que planifica las sesiones de forma estratégica, invita al paciente a movilizarse para poder conseguir los objetivos propuestos, e ir asentando el cambio.
Por otro lado, para poder conseguir todo lo citado anteriormente es importante ir diseñando tareas especificas que ayuden al paciente a aprender nuevas habilidades para manejar y/o solucionar el conflicto que trae a terapia.
Puedo afirmar que como terapeuta que emplea esta corriente, mi objetivo es ser una guía o un apoyo puntual durante el tratamiento, para que a largo plazo sea el propio paciente el que se convierta en guía de su propia vida, es decir, que el proceso de terapia está limitado en el tiempo pero la persona continua su propio autodescubrimiento con las bases aprendidas durante la terapia.